He tropezado con un asombroso artículo escrito en francés por Thierry Meyssan, Presidente fundador de Réseau Voltaire (Voltaire Network o Red Voltaire) que, como el título de ese sitio de la WEB bien lo dice, pretende recoger y proyectar las ideas y principios de aquella famosa personalidad del siglo XVIII, quien destacó como uno de los más destacados
nouveaux philosophes de su época y notable colaborador de
L'Encyclopédie, sin olvidar su violenta prédica antirreligiosa, precursora de los crímenes horrendos cometidos por el "Régimen del Terror" jacobinista durante la Revolución Francesa.
El artículo critica al Secretario General de las Naciones Unidas y a su Subsecretario General para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, por unas instrucciones secretas que Feltman redactó en octubre de 2017, con el beneplácito de su jefe, y que fue descubierto y sacado a la luz, nada menos que por el Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, el 20 de agosto pasado. Estas instrucciones, tituladas "
Parámetros y Principios de la asistencia de Naciones Unidas a Siria", aunque señalaban que
"los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad e independencia se aplican a la ayuda humanitaria vital así como a las actividades de recuperación rápida y de resistencia con objetivos humanitarios", cometía el grave error, a juicio del periodista Meyssan, de respetar
"principios básicos de un enfoque basado en los derechos humanos para su programación, incluyendo participación, empoderamiento, apropiación local y sostenibilidad", según figura en ese mismo documento.
Lo que más ha molestado al fundador de esta "Red Voltaire" es la mención, no sólo en este párrafo sino en otros más, de los derechos humanos como principios básicos que fundamentan la acción de las Naciones Unidas en estos casos, aunque bien sabemos que suele ser entorpecida por el veto de Rusia y/o de China. Para colmo, el periodista francés se atreve a alegar que:
"Este documento traiciona la Carta de las Naciones Unidas e invierte sus prioridades. Mientras que su principal objetivo es «mantener la paz y seguridad internacionales», pone «respetar los derechos humanos» por encima de este objetivo." Y explica, para mayor escarnio de semejante posición que:
"De esta forma, tales derechos se convierten en un instrumento en contra de la paz".
La crítica del artículo es todavía más asombrosa cuando se adentra a analizar la historia para castigar al Imperio Británico por su proclamado propósito de defender los derechos humanos frente al Imperio Otomano y concluir que:
"En el siglo XX, los "derechos humanos" fueron primero la marca de las ONG "sin fronteras" y, a continuación, el lema de los trotskistas que se refugiaron en la CIA, y de los neoconservadores."
Para resumir, baste decir que su argumento se basa en el hecho de que aunque "derechos humanos" es una frase mencionada seis veces en la Carta de las Naciones Unidas, no implica que ese sea el ideal puesto que
"sólo pueden respetarse en tiempos de paz". Cuando hay una guerra como la de Siria, concluye, no hay "derechos humanos" que valgan y los militares pueden ignorarlos porque ellos
"no son policías, sino soldados" y, por supuesto,
"para salvar a un pueblo tenemos que sacrificar a algunos de sus habitantes".
Este es un tema que trato, entre otros igualmente graves, en un artículo titulado "¿
Qué mundo le hemos dejado a nuestros hijos?". Es una insidiosa corriente de ideas que contamina a la opinión pública hasta llegar a justificar la tortura a cambio de una supuesta "seguridad nacional" y acepta el clima de violencia como un transcurso necesario hacia la paz.
Thierry Meysan está en esa onda que ha logrado hacer descender la estatura moral de las democracias con una ética relativista basada en conveniencias egoístas y aberraciones que sus promotores proclaman como "políticamente correctas". Este es un periodista francés y activista político que ha publicado varios libros controversiales, cuyos títulos, entre otros, son:
"Sous nos Yeux. Du 11-Septembre à Donald Trump" (Ante nuestros ojos: del 11 de septiembre hasta Donald Trump); "9/11: L'Effroyable imposture (9/11: La Gran Mentira); "La Protection des homosexuels dans le droit européen de Collectif" (La protección de los homosexuales en el colectivo comunitario). Y no pasemos por alto uno publicado en español hace algunos años,
"Políticamente Incorrecto", que cuenta con una nota final de Fidel Castro.
Así son los
nouveaux philosophes de hoy, los intelectualoides de esta época trágica de la humanidad, donde todo es permisible si se logra que las turbas lo respalden o que el poder militar lo imponga.